jueves, 29 de agosto de 2013

Expectations.

Nos pasamos gran parte de nuestras vidas creando expectativas, imaginando. ¿Quién no ha imaginado mil veces cómo sería su primer beso? ¿Quién no se llevó esa decepción al ver que no era para tanto?
Imaginamos cómo será nuestro primer beso, la persona de la que nos queremos enamorar. Cuando éramos pequeños imaginábamos cómo serían esos niños que vimos por primera vez en nuestra clase. Ahora imaginamos cómo será nuestro futuro.
Siempre han dicho que un niño con mucha imaginación es algo bueno, pero ¿no es culpa de la imaginación que al conocer la realidad nos llevemos una gran decepción?
Imaginación conlleva expectativas y expectativas conlleva decepción (en la mayoría de los casos). Muchas personas, entre las que me incluyo, tendemos a idealizarlo todo, y que pasa, que luego llega la realidad con un cubo de agua fría y nos despierta de forma brusca de ese sueño. Por supuesto no estoy diciendo que la imaginación sea algo malo, pero hay que ser realistas. 
Puedes imaginar cómo será tu vida dentro de unos años, pero no te quedes quieto esperando a que sea tal y como la imaginaste, tienes que luchar por ella.
Puedes imaginar cómo será esa persona pero intenta conocerla cuanto antes para que luego, si no era como pensabas, la decepción no sea tan grande. 
Sin embargo, lo que yo considero más importante es lo siguiente. No dejes que la gente cree expectativas sobre ti, así nunca esperarán nada de ti.


lunes, 5 de agosto de 2013

La vida es una mierda. Aprende a vivir con ello.

La esperanza de vida en España ronda los 82 años, pongo un ejemplo, me da igual si son 70 como si son 90. A donde quiero llegar es que una persona vive muchos años y con ellos muchas experiencias. Hoy, a raíz de un problema muy tonto me he puesto de mal humor y cuando me he quedado a solas he comenzado a pensar. A mi cabeza han venido todos mis problemas actuales, cosa que no contribuía a mejorar mi humor. He pensado tanto que me he puesto muy triste, incluso me ha costado aguantar las ganas de llorar. Cuando he conseguido tranquilizarme tras haber puesto verde a unas cuantas personas, a uno porque se había saltado el paso de peatones y a otra porque se paró en medio de la acera y no me dejó pasar durante un buen rato, llegué a una conclusión, y es que la vida es una mierda. Sí, lo es.
Me explico, si te paras a observar el mundo en el que vivimos puedes darte cuenta de lo que te digo. Vivimos en un mundo en el que 900 millones de personas son pobres mientras un pequeño grupo se dedica a crear guerras por cuestión de poder (más aún). Vivimos en un mundo en el que los políticos nos roban nuestro dinero, nuestras casas incluso nuestra dignidad y seguimos permitiendo que pase. 
Pero centrémonos en un ámbito más cotidiano. A lo largo de tu vida vas a vivir experiencias buenas y experiencias malas. Las buenas siempre se pasaran rápido como un suspiro, no sabremos disfrutarlas. Es a las malas experiencias a las que le damos mucha importancia. 
En la vida te van a romper el corazón, vas a discutir con gente hasta tal punto que perderás el contacto con ellos, vas a perder a gente a la que amas con toda tu alma y no vas a alcanzar muchas de tus metas. Esas cosas pasan, le pasan a todas las personas. Luego están esos problemas más personales, que no le puedes contar a nadie porque sabes que mucha gente depende de ello y prefieres cargar tú con ese peso, y eso te hace una gran persona créeme. 
Siempre va a haber problemas. No va a dejar de haber guerras, la pobreza no se va a acabar, siempre va a haber alguien por encima de ti que intente beneficiarse de los más débiles y muchas veces lo conseguirán. Si te paras a pensarlo la vida es una mierda. Pero, ¿por qué no te paras a pensar en todo lo bueno que has vivido hasta ahora? En serio, hazme caso y piénsalo. Dime que no has sonreído y no te creeré. En la vida hay tanto momentos buenos como malos y tenemos que aprender a apreciar las buenas cosas porque malas siempre va a haber. Hay que aprender a enfrentar esos problemas que no nos dejan disfrutar de la vida y aquellos que no se pueden solucionar o que simplemente ya es demasiado tarde, aprende a vivir con ellos, no te estanques en lo mal que lo pasaste porque entonces seguirás pasándolo mal. Y es ahí cuando eres consciente de que la vida no es un camino de rosas, pero tampoco es un camino de espinas. Eso depende de ti, de como quieras verlo. 
Mi vida ahora mismo es jodidamente buena, tengo mis problemas por supuesto pero esos problemas no son lo suficientemente graves como para amargarme los buenos momentos y puedo sonar egoísta  porque hay gente pasándolo mucho peor que yo, pero eso es la vida. No se trata de buscar los buenos momentos, se trata de no dejar que las malas experiencias se adueñen de tu vida.
Y cuando lo consigas habrás aprendido a ser feliz en este mundo de locos.